Él no contestaba.
Ella insistió.
Él como antes, parecía un muro inexpugnable
Ella se acercó y le susurró al oído: hoy es 20 de junio...
Como si estas palabras hubieran logrado más milagros, él se levantó,empezó a gritar y a saltar como un descosido. Sus mejillas se volvieron rojizas y se les desdibujó una sonrisa maliciosa.
Ella no entendía nada o tal vez algo sí...
Aun así, él siguió con su danza espiritual y exageradamente extasiada.
Y ella se sentó observando la caída de los rayos.
El 20 de Junio era un día para la historia!
:)
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